sábado, 13 de octubre de 2012

De vuelta a donde empecé.

Bueno, y aquí estoy de vuelta al lugar que me inspiró a comenzar este blog. No pensé que fuera tan pronto el momento de volver a India. Pero que bien tener esta oportunidad de escribir de nuevo desde aquí. Llevo dos noches en Delhi y al igual que la primera vez, han estado llenas de sueños locos resultado de toda la sobre estimulación auditiva y visual de esta ciudad.

A diferencia de la primera vez, me siento como en casa. Y también a diferencia de la primera vez, no vine sola. Esta vez estoy utilizando lo poco que alcancé a conocer la primera vez para guíar a mi compañero de viaje. Todo lo que sucedió semanas atrás ha sido un poco loco, y bueno aquí estamos en India sintiéndonos tocados por la gracia, pues todo lo que me causaba angustia hace una semana se ha ido solucionando como por arte de magia con el pasar de las horas en estas tierras.

Para comenzar, el objetivo principal de este viaje, que más bien fue un impulso y unas ganas de poner a prueba mi fe, es venir a ver al maestro que conocí luego de regresar a Colombia la primera vez, venir a cumplir el objetivo de mi primer viaje a India.

Lo de la compañía fue algo que no me esperaba, pero que agradezco un montón. Y así como no lo esperaba, ya sabíamos que para viajar en India hay que planear con tiempo sobre todo cuando uno no se va a quedar ni siquiera dos meses. Entonces las angustias comenzaron (en mí) cuando nos dimos cuenta que faltaban pocos días y no teníamos los tiquetes de tren para viajar a Bangalore, ni tampoco una ruta definida de los días posteriores a la celebración en el Ashram.

Al final, después de un par de días de dudas y de preocupación decidí dejarlo ser. Soltar toda la tensión. Si sucede bien y si no sucede también. Y no fue sino soltarlo para ver como todo comenzó a alinearse.

Lo primero que nos pasó empezando el viaje, fue que el primer vuelo, Bogotá Panamá, se retrasó, razón por la cual nos enviaron en un vuelo directo a Nueva York. Llegando a Delhi descubrí un aeropuerto totalmente renovado y mucho más eficiente.

Nathalia, mi anfitriona en India, nos recibió en su casita, ahora en Delhi, donde está viviendo con Indi y una nueva gatita llamada Nina. Otra vez como la vez pasada estoy teniendo problemas para bajar las fotos... asi que por ahora... voy a ser breve.

La primera noche no pudimos dormir pensando que unos perros se habían comido a la gata, pero resultó que simplemente estaban ahí peleando entre ellos.

Al otro día por la mañana,  nos levantamos a ver si encontrábamos tiquetes de último minuto para viajar a Bangalore juntos, y después de intentarlo por casi media hora de intentar comprarlos en la web, nos quedamos sin tiquetes. El tiquete que habíamos reservado aun estaba en el estatus RAC, que significa que tienes puesto en el tren, pero en silla, no en litera. Y pues viajar casi 40 horas en silla no era nuestra mejor opción. Pero ahí fue cuando apareció Shreyaji, dese Bangalore, y nos mandó un angelito caído del cielo, que en más o menos 15 minutos movió sus cartas y nos consiguió dos tiquetes en el mismo vagón en la clase que los necesitábamos. Así o más cuidados?

Y bueno, ya en la noche nos fuimos a Hauz Khas, un barrio muy elegante lleno de restaurantes, construido sobre unas ruinas antiguas. Algo así como Usaquén, con un poquito más de polvo y cables de luz, y obviamente lleno de callejones pequeñitos como todos los lugares aquí en la India.
Fuimos a un cafe tibetano mientras esperábamos por la reserva que habíamos hecho en un restaurante de la zona, donde al sonido de un mantra eterno y contrastado con lucha libre en la televisión nos tomamos un par de malteadas.

Finalmente llegamos al restaurante, muy escondido entre callejones y en el último piso de un edficio muy angosto.  La comida... un sueño... todo delicioso, espero tener las fotos para contarles un poco más.

Hoy segundo día en Delhi, nos pasamos toda la mañana en casa, escuchando música y hablando con NAti e Indi, y preparando todo para el viaje a Bangalore.

Y despues de tanto tiempo sin escribir, ahora si espero poder ser constante, y volver a escribir en más o menos diez dias para contarles como fue la aventura en el Ashram en Bangalore, y los siguientes planes. 

1 comentario:

  1. Lo bueno de volverte a leer. Lo hermoso de llenarnos de imágenes mágicas a los que estamos en otro lugar.

    ResponderEliminar