lunes, 22 de marzo de 2010

Recogiendo mis pasos

No se si se diga recoger, pero siento que eso es lo que estoy haciendo, recogiendo mis pasos. Estoy volviendo de la burbujita de Auroville, gradualmente a India y fuera de ella. Digo recogiendo porque siento que es como si en vez de empacar toda la ropa que compre, que en este momento me parece super trivial, estuviera empacando una maleta llena de conocimiento, energia renovada, recuerdos bonitos y flores en el corazon (suspiro). Como siempre, lo unico que puedo es agradecer por todo lo que paso en estos dos meses, la gente que conoci y me dio su amor y su dulzura, toda la hospitalidad, las nuevas amistades y todo los bonito y lo diferente de este pais.
Como lo dije antes, no pense que me fuera a dar duro salir de Auroville. Aliste mi maleta, me despedi de las personas en el College Guest House, y Christoph, tan especial como siempre, me estaba esperando para llevarme a coger el bus en Pondy. Aunque no lo crean, pudimos amarrar mi super maleta en la moto, todo es posible aqui en India. Por el camino tambien vi una moto con dos hombres y el que iba atras llevaba un perro igual de grande a Oliver en las piernas.
Ya llevabamos como 10 minutos de camino cuando Christoph me pregunto si sabia como llegar al aeropuerto de Chennai. Le conte mis planes de bajarme antes de llegar a Chennai y tomar un taxi/auto/lo que fuera que me llevara al aeropuerto y eso basto para que frenara y nos orillaramos. No le parecio muy sabio mi plan, y tres horas mas tarde entendi por que.
Llamamos un taxi y nos devolvimos para Auroville a esperarlo. Como siempre en este viaje, la despedida fue rapida, el taxi llego rapido y me costo un poco de trabajo subirme. Pero bueno, como siempre tambien lo importante es que cada uno sabe cuanto agradecimiento hay con el otro por el tiempo y el aprendizaje compartido.
La primera hora en el taxi iba con un guayabito sentimental, peor que si hubiera vivido un ano en esa burbuja. Y digo burbuja porque poco a poco empece a entrar otra vez a la India real. Auroville definitivamente no es India, aunque tampoco es totalmente aparte. De todas formas espero poder volver algun dia y pasar mas tiempo, con un poco mas de planeacion, para aprender en forma todo lo que quiero aprender.
Todo el camino hasta Chennai me fui oyendo el disco de la semana, Clasicos de la provincia II, y senti como me esta llamando la tierrita, pero no Bogota, sino Colombia entera. Esta parte de India se parece mucho a la costa atlantica, y con la banda sonora detras ya me podia sentir en Colombia una vez mas. Es chistoso pero estar en India me ha hecho querer conocer mas Colombia y acercarme mas a lo nuestro.
Casi 40km antes de llegar a Chennai, en el medio de la nada, habia un cruce a la izquierda y desde alli nos gastamos casi una hora en llegar al aeropuerto.
Llegue un poco mas temprano de lo que esperaba entonces me puse a dar vueltas y compre unos libros con recetas de la cocina india.
Tambien me compre un libro sobre una mujer con la cual me estoy sintiendo muy identificada. Creo que se va a convertir en mi proxima heroina.
Despues pase a hacer el check in, y entre a la sala a esperar el avion. Me toco en un avion pequenito, y aunque me habian dado el puesto del pasillo, no tuve companero de asiento, asi que me pase a la ventana antes de despegar. Me fui todo el viaje muerta de la risa leyendo mi nuevo libro.
La llegada a Hyderabad fue la bienvenida a la India real, ya no tengo ganas de regatear, perdi la practica en estas tres semanas. Apenas sali me cayeron como 5 personas ofreciendome el servicio de taxi. Me fui con uno de ellos y cuando llegue a la ventanilla me pidieron 850Rps, que era una tarifa alta. Me devolvi para la entrada con todos los senores caminando detras mio y todos hablandome y ofreciendome llevarme. Al final un senor me dijo que lo acompanara y me mostro un cuadro de tarifas que estaba en la cabina de reservas. La tarifa era 500 Rs, me dijo que el me llevaba por ese valor y acepte. Pero la subida al taxi estuvo como extrana y me asuste, porque uno sin entender hindi, y el carro, aunque si era muy lujoso, no tenia pinta de taxi. Me subi y el conductor era un senor distinto al que me habia llevado hasta ahi, el otro senor se quedo abajo y se puso a discutir con los guardias de seguridad del aeropuerto. Hicieron bajar al conductor y eso se armo una pelotera, y yo sin entender nada, y como todo me habia parecido tan sospechoso, decidi bajarme. Apenas el senor me vio bajarme del carro se vino corriendo a subirme, y yo le dije que no me gustaba eso, tanto complique y tales, y el senor me dijo que no me preocupara y se subio tambien en el taxi conmigo. No se como explicarlo pero fue muy raro todo. Al final el senor me explico que el problema con los guardias habia sido algo de logistica. Pero para mi imaginacion tan fantastica era algo asi como de permisos, entonces me dio un poco de susto. El caso es que llegue a la casa muy rapido y muy comoda.
Nati me estaba esperando, como siempre con su casita toda ordenada, y con un te delicioso y galletitas. Nos sentamos a hablar un ratico y nos comimos como tres paquetes de galletas. Adelantamos cuaderno y despues de un rato nos fuimos para Chutneys a cenar, porque yo creo que ni si quiera desayune ese dia.
Comer en este restaurante me demostro que en las tres semanas de Auroville, perdi la practica que habia adquirido para soportar y deleitarme con el picante. Pedi la misma dosa especial de Paneer Tikka, y nos trajeron los 4 dhutneys de coco y el sambar. Estaba super picante. Igual estaba tan rico que yo seguia comiendo y comiendo y Nati me miraba con cara de interrogacion, porque parece que era muy notoria la picada en la que yo estaba.
Despues nos fuimos para la casa a preparar los planes para el dia siguiente, mi ultimo dia en Hyderabad, ultimo dia con Nati en India.

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